El gesto vocal
- Procura hablar más relajadamente, haciendo pausas entre las frases para llenar tu caja torácica de aire sin prisa ni ruido.
- Mantén una buena postura, cuello erguido y relajado, al igual que los hombros.
- Procura que tu voz no sea monótona y apagada,
- Articula bien, procurando el descenso y relajación de la mandíbula.
- Si tienes que alzar la voz, involucra a tu cuerpo y evita sonidos cortos y bruscos (golpes de aire que cierran y dañan tu laringe) alárgalos como una ola de sonido que llega desde el ombligo, ejemplo; «Que nooo»
Hábitos beneficiosos
- Hidrátate diariamente (al menos 2 litros de líquido)
- Descansa suficiente, duerme mínimo 7 – 8 horas.
- Bebe pequeños sorbitos durante la clase.
Los riesgos
- Las aulas ruidosas te hacen forzar el volumen, mejora la acústica del aula poniendo corcho o materiales absorbentes en las paredes, en los gimnasios usa las esquinas para hablar, proyectan mejor tu voz. Si es posible utiliza micrófono y amplificación.
- Mandar callar constantemente, tensa tu laringe, busca sonidos que sustituyan a tu voz.
- Gritar enfadado o susurrar
- Toser y carraspear constantemente.
- Hablar mucho tiempo fuerte y rápido.
- Hablar mucho en tono agudo o grave extremo, forzando la voz.
- Hablar haciendo deporte o esfuerzos.
- Risas y estornudos forzados.
- El estrés tensa su laringe.
- El abuso de cafeína, es diurética y deshidrata.
- El tabaco quema la cuerda vocal.
- El reflujo daña las cuerdas vocales, vigila tu estómago.
- Los ambientes sucios irritan la mucosa.
- No tomar menta ni mentol, porque resecan más.
- La climatización artificial, por los cambios bruscos de temperatura y sequedad, combátela humidificando la casa y el ambiente de trabajo.
- Procura hablar menos, delega más en los alumnos.
Si tienes dudas contacta con tu logopeda Alicia Araque.